Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer…
lunes, 6 de septiembre de 2010
PORFIRIO BARBA JACOB - Fragmento de CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA
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