domingo, 3 de julio de 2011

Pablo Guerrero - Pablo Guerrero en el Olympia

2049

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Busca la gente de mañana

Nada es fácil y tampoco la vida
son tan duras las horas, tan largas las esperas
que andas así, bailando
como un pez en la mano o un papel en el fuego.
Que este tiempo sólo y sólo de nieblas
nunca consiga paralizar tus pasos
y andes así encerrado
como el mar en las conchas o el grito en las
campanas.
Busca la gente de mañana
la que tiene en sus manos las olas de la vida.


Hoy que te amo

Hoy que te amo, mujer, amiga y compañera,
vamos a creer que nuestras manos crecen,
que tenemos mil dedos o diez mil, y que todos
son como antorchas que a la noche amanecen.
Hoy que te amo, voy a incendiar el aire
con la risa y el beso de tu voz y la mía.
Voy a aventurar lo que de bueno tenga
con tu contacto de piel amanecida.
Hoy que te amo, dejaré de ser
la libertad una palabra escrita en la pared.
Hoy que te amo, al mundo, tú y nosotros
baila en corro una danza solidaria
y se buscan las manos y nuestro amor de golpe
como una lluvia fértil se derrama.
Estaba yo, ¿te acuerdas?, cantándote estas cosas
junto a la puerta del Museo del Prado.
Un hombre se acercaba, muy amable nos dijo:
"Está prohibido que estén aquí sentados."
Hoy que te amo, dejará de ser
la libertad una palabra escrita en la pared...


Buscándonos

Qué de temblor de peces
hay en tus ojos
cuando penetro en ti
-buscándote, buscándote-
granizada de luz
en mi noche de agosto.
Qué temblor de manantiales
hay en tu boca
cuando bebo de ti
un buen sorbo de besos.
Qué de temblor de risa
hay en tus manos
cuando vienen a mí
- buscándome, buscándome-
para exigir al mundo
nuestra ración de dicha.
Qué de temblor de vida
hay en nosotros
cuando nos descubrimos
buscándonos, buscándonos
hasta sentirnos uno,
nuestros, resucitados.


Ecos de sociedad

Ella iba impecable, elegantísima,
con un temblor de ilusión en la sonrisa
que otorga a las amigas como un regalo caro.
Ella iba radiante, radiantísima,
aunque a veces le nazca ambarina y purísima
una furtiva lágrima de cristal veneciano.
El iba luciendo su viril elegancia
su bigotito gris, su educación en Francia
y la fábrica azul de su suegro en Manresa.
El iba orgulloso de su aristocracia
que le ha permitido, y no es una desgracia,
amarrarse al duro banco de una galera burguesa.
Y comienza la boda y de repente estalla
un ligero aleteo de sonrisas, medallas,
tules, lazos, satenes y condecoraciones.
Y alguna tosecilla provoca una mirada
sobre alguna señora que enseguida indignada
abanica elegante las malas intenciones.
La catedral es un barco que navega despacio
sobre un mar de rosas de terciopelo lacio
y atraca en el escote de una joven doncella.
Y en el altar barroco sueñan los serafines
fuentes de porcelana con luces y delfines
y paseos dorados en las noches de estrellas.
Y qué bien habla el abate y la novia era estrecha
y ahora está muy gordita y la leve sospecha
como un licor suavísimo les llena de contento.
Y ya la ceremonia como chicle se estira,
como un chicle de música mientras que gira y gira
la noria hueca de los pensamientos.
Y el padre de la novia está feliz y piensa
lo elegante que hará un escudo a su empresa
y la madre a su lado de vez en cuando llora.
Y un caballero enjusto de cultura esmerada
deposita un pañuelo en la mano enguatada
diciendo: "España y yo somos así, señora."


Planeo

Vio secarse el sudor de sus sábanas
y apagarse poco a poco su candil.
Planeó una huida despacio, lentamente
para una noche, por ejemplo en abril.
Ahorcaría su corbata y dejaría colgado
su horario en la pared.
Y esa tela de araña que se metió en su frente
le dejaría, posiblemente, de doler.
Tenía ganas de luchar... yo que sé,
de hacerse una remuda en el alma cualquier sábado
y emprender una vida tan bella como cien
televisores apagados.
Ella tenía un libro abierto entre las manos
y la mirada prendida entre dos páginas.
El reloj daba la hora por costumbre
y no pasaba nada, nunca nada.
"Ya sé, mujer, nos preocupan los niños
el colegio, los plazos, la casa en el campo"
y se hundía en el sillón, sintiéndose vencido
como letras de cambio.


Extremadura

Extremadura,
campo de toros heridos
que no braman.
¿ Ocultarán el gemido
de su garganta?
Extremadura,
hombres que rezan a Dios
para que llueva.
pero ¿quién les asegura
la cosecha?
Extremadura,
soledad llena de encinas
sobre campos con veredas,
¿por qué se fueron los hombres
de sus tierras?
Extremadura,
tierra de conquistadores
que apenas te dieron nada.
Ay, mi Extremadura
amarga
Ay, mi Extremadura
levántate y anda.


Para huir de la muerte

Para huir de la muerte
nos amaremos todos, enteros.
Para huir de la muerte
nos amaremos
sin horario y sin ley, sencillamente
para huir de la muerte.
Para huir de la muerte
diré que tus ojos son palomas de Picasso
y que bajo tu piel de leche ávida y firme
viven en hermandad veinte poemas de amor.
Para huir de la muerte
tú me darás las fresas mejores de tu huerto
yo te daré mi vino más peleón, más duro, más añejo.
Para huir de la muerte
pienso resucitar el conjuro dormido de tus pechos,
pienso ahondar tus raíces, bucear hasta el centro.
Para huir de la muerte,
diré que es estupendo sentirte tan cercana
y que ni en tí, ni en mí, ni en vosotros ni en ellos
hay sumergida una ciudad donde luchan
la muerte, y el amor, el amor y la muerte,
la muerte, y el amor, el amor y la muerte.


Pepe Rodríguez, el de la barba en flor

Pepe Rodríguez, el de la barba en flor.
cuando cae la tarde coge el metro hasta Sol,
sube las escaleras silbando una canción,
mirada en ristre, llega a la Plaza Mayor.
Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,
es celta y árabe, ibero y español,
romántico y torero, guitarrero y cantor,
de mujeres y vinos muy buen catador.
Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,
del "American Pie" es gran degustador
Arco de Cuchilleros baja con tal primor
que extranjeras y "guiris" le demandan amor.
Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,
sabe inglés que aprendió de noche en un mesón.
Llega pues y sonríe, un vino y ya ligó
!Oh! mío Pepe, el de la barba en flor
Les habla de Unamuno, de Goya y de Colón,
de Segovia y Toledo, de playas y de sol
y de Pablo Guerrero, por aquello del folk.
Bueno esto último me lo he inventado yo.
Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,
lleva a sus "guiris" a un piso coquetón,
y después de unas copas lo que allí sucedió
ni lo cuentas las crónicas, ni lo contaré yo.
Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,
se porta como lo que es, un legítimo español,
y les regala un sombrero cordobés, cómo no,
y unas cuantas postales de Madrid con amor.
!Oh! mío Pepe, el de la barba en flor,
tus amigos te envidian por tu liberación,
vives como en Europa y salvas la tradición:
que los siglos te canten, como te canto yo.

Cantares de trilla

Ya viene la galbana
por aquel cerro
venga o no venga
yo ya la tengo.
Una viuda va a misa
y va diciendo:
¿Quién me compra esta viña
que ha muerto el dueño?
Ventanas a la calle
son peligrosas
pa los padres que tienen
niñas hermosas.
El ermitaño un buen día
por beber agua enfermó
y la Virgen le decía:
"Bebe vino y agua no"
Por la sierra de Lares
vienen bajando
veinticuatro mil frailes
tras un pan blanco.


Emigrante

Un día cambió todo:
nuevos "paisajes" y los mismos dolores.
Las manos tienen callos, pero no de espigas
y el corazón sin vino que sólo está y qué sólo.
Si el Rhin fuera el Guadiana no estaríamos aquí
borrachos de nostalgias y cerveza,
borrachos "de vino no bebido"
de ese "vino" caliente que hiere la cabeza.
Al vernos nos dijimos: "Chacho", ¿qué haces tú aquí?
Como si fuera una casualidad habernos encontrado.
Tú nos contaste cosas mientras con avaricia
un cigarro negro entre dos fumábamos.
Nos contaste tu vida, de piedra despedida,
de piedra golpeada, de piedra sola y dura
y entre la niebla tan sólo fue un momento
apareció de golpe el sol de Extremadura.
Allá estará el camino, allá estará el cortijo
del tío Pacorro, el alcalde del pueblo,
y un poco a la derecha seguirá la era de padre
y el río y el castillo que se verá a lo lejos.
Me hubiera gustado decirte que quizá todo cambie,
que algo pasa en el campo, en el aula y la mina,
pero no sé si mi voz fue muy convincente
y tu expresión siguió lo mismo de dormida.
Pero bueno, dejémonos de melancolías
y si no hay vino con cervezas brindamos
y porque lo pediste, sólo por eso,
una canción de Manolo Escobar tarareamos.


A cántaros

Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes
pero ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero ¿quién nos ata?
Tu en tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte, sin bioencimas, claro,
limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover
a cántaros.

LED ZEPPELIN – STUDIO HAZE

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CD 1      CD 2

William Faulkner - Luz de agosto

William Faulkner - Luz de agosto

Hermann Hesse - CONVERSACIÓN CON LA ESTUFA

Cherry Orchard

NORMAN ROCKWELL

PINA MENICHELLI

El sexo en el siglo XXI

La sexualidad en España ha cambiado radicalmente durante las últimas décadas. La sociedad española ha pasado de la represión en todo lo referente al sexo al más puro hedonismo, donde el placer es la única preocupación. Atrás quedaron aquellos tiempos donde el único objetivo del sexo en la mujer era la reproducción. Los anticonceptivos revolucionaron la sexualidad femenina.

El hombre ha dejado de llevar la voz cantante en las relaciones sexuales. Ahora son ellas las que imponen el ritmo, las que eligen entre un sí o un no y las que finalmente deciden sobre su relación sexual.

Otros cambios sexuales originados en los extremos de la sociedad: el adelanto en la iniciación del sexo entre los adolescentes (que se sitúa en torno a los 14 años) y la prolongación de los contactos sexuales entre los mayores de 70, algo impensable hace no mucho tiempo.

La farmacología, la medicina, los productos eróticos e Internet han revolucionado los contactos sexuales. Los expertos alertan sobre el uso que se está haciendo de las redes sociales para conseguir algo similar a las web pornográficas.

El narcotráfico en México - México: un país al límite

La guerra contra las drogas ha devastado México. Las víctimas a menudo son torturadas hasta la muerte antes de ser enterrados en fosas comunes y las familias dejan de llorar por miedo a nuevas represalias. Pero la guerra en México parece estar impulsada tanto por la corrupción como por las disputas entre bandas rivales. Algunas de las figuras más poderosas del gobierno están en alianza con los cárteles de las drogas. Este documental hace un recorrido por todo el país, visitando Ciudad Juárez, una de las ciudades más peligrosas del mundo, Palomas, un pueblo fronterizo infestado de drogas, Culiacán, un centro para los carteles, la ciudad de México y Washington.

Juan Muñoz - poeta del espacio

"Documental biográfico sobre el gran escultor madrileño, producido por TVE coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte del artista en agosto de 2001.
El documental se articula alrededor de una valiosa y original entrevista hasta ahora inédita, que Muñoz realizó en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela en 1996 y en la que reflexionaba sobre su trabajo y sus ideas.
Las voces de amigos y expertos transmiten su pasión por un artista que, desde su indiscutible espíritu libre, abordó la creación fuera de las modas y las ataduras formales. Sus creaciones son escultura figurativa, sonido y arquitectura, literatura y magia.
El documental también rescata imágenes domesticas del taller de Juan Muñoz en su proceso creativo. Premio Nacional de Artes Plásticas en 2000, Juan Muñoz murió súbitamente un año después, a los 48 años, en pleno triunfo de su instalación Double Bind en la Sala de Turbinas de la Tate Modern londinense, obra que le consagró internacionalmente como uno de los artistas más importantes del siglo XX."