miércoles, 5 de octubre de 2011

Juan José Millás - Mientras todo el mundo duerme

niña telefono

Una niña telefoneó a un programa nocturno de la radio. A preguntas de la locutora dijo que tenía 10 años y que llamaba desde el teléfono del pasillo de la casa donde veraneaba con sus padres, mientras ellos dormían en la habitación del fondo. Contó que al levantarse a beber agua había descubierto al canario en el fondo de la jaula, con las patas hacia arriba. Tomó el cuerpo del animal para ver si se movía, pero resultó que estaba muerto. Te imaginabas a la niña con el pájaro en una mano y el teléfono en la otra, en medio del silencio de la madrugada, y se te ponían los pelos de punta. Así debía de tenerlos la locutora, que no sabía qué decir. Finalmente, sugirió que despertara a sus padres y les contara lo sucedido, pero la niña dijo que le daba miedo que creyeran que había matado ella al animal, pues siempre le echaban la culpa de todo. Se expresaba de tal forma que la audiencia entera, creo yo, se dio cuenta al instante de que, en efecto, aquella cría acababa de cargarse al canario. La locutora pronunció dos o tres frases atropelladas y dio paso a la publicidad. Yo apagué la radio para no saber qué ocurría a la vuelta y me fui al salón a leer un poco. Lo malo del insomnio, contra lo que muchos creen, no es el hecho de permanecer en vela, sino de lo que te enteras mientras el mundo duerme.

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