blanca
en el espejo de los amaneceres
tendida
sola
con las piernas abiertas
y tu blusa de seda
y tu sombra enjoyada
y tus ojos de ave
me miras desde ahí
desde la fresca sábana
y tu mano se tiende
hacia mis manos ávidas
estás bajo mi cuerpo
perfecta
en el silencio
hablas con voz de agua
hacemos una hoguera
con todas las caricias
yo hablo
como un náufrago
tus senos breves
brillan
bajo el escaparate
de mis dedos
tus nalgas en mis manos
y tu sexo de estrellas
iluminan alcoba
respiramos
nuestro propio jadeo
gimes calladamente
inventamos un árbol
una pradera
un salmo
una constelación
así
desnudos y saciados
el tiempo nos protege
con su mano terrestre
De Mi vida con Joana y otros poemas
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